5 creencias erroneas sobre la paternidad que están arruinando la vida de nuestros hijos


¿Qué tipo de hijos queremos?


¿Qué tipo de hijos queremos? ¿Niños seguros de sí mismos, valientes, exploradores, curiosos, con afán de aprender, respetuosos y que valoren la vida, o bien niños ansiosos, dependientes, con miedo a equivocarse, sin iniciativa, que busquen la seguridad y comodidad ante todo? ¿Queremos hijos voluntariosos, luchadores ante las dificultades y capaces de buscar alternativas o incapaces de perseverar, resignados y pasivos cuando aparecen los problemas? ¿Hijos egoístas y agresivos o generosos y equilibrados?

¿Ya lo tenemos claro? ¿Hemos elegido uno de los modelos? Pues entonces, ¡a trabajar! Un niño así no nace por «generación espontánea», será el producto de la interacción de muchísimos factores, uno de los cuales, y de un enorme poder de influencia, va a ser el modelo de persona dado por los padres. Elegir bien es el secreto para triunfar en el viaje de la vida.

Nadie nace educado. Así como para razonar y hacer un buen uso del pensamiento y de todo nuestro potencial cognitivo hacen falta muchos años de escuela y de trabajo diario, para gestionar nuestro mundo emocional, también. En función de cómo se coloquen los primeros cimientos afectivos, nuestros hijos construirán una relación más o menos adaptativa consigo mismos, con las demás personas y con el mundo que les rodea.

Queremos decirlo alto y claro: Nuestra principal tarea como padres es nuestra propia construcción personal. Tenemos la responsabilidad de mejorar, de comprometernos, de ser coherentes y manifestar mediante la acción los valores que hemos elegido. El planteamiento inverso —centrarse sólo en el hijo y vivir sólo de él o para él— suele dar como resultado un camino difícil y con pocas posibilidades de éxito.



Si no tenemos claro hacia dónde vamos, seguro que no vamos a obrar con acierto. Desorientados los padres... desorientados e indefensos los hijos. ¿Tenemos ya el modelo? Entonces empecemos a aplicarlo en nuestra propia vida individual y de pareja.

Por lo tanto, debemos de cambiar ciertas creencias erroneas que tenemos sobre la paternidad, creencias que nos han llevado a ser padres sobreprotectores, limitando por completo la experiencia de nuestros hijos.

Por ello en Clínica terapéutica Christian Psy te presentamos:

5 creencias erroneas sobre la paternidad y cómo corregirlas


1. Los padres tenemos el deber de hacer felices a nuestros hijos


No tenemos que «hacerles felices», tenemos que educarles para que ellos sean capaces de construir su felicidad. Y su felicidad será la consecuencia de que se dirijan hacia «un recto objetivo» y una consecuencia del cumplimiento de lo que son y pueden llegar a ser.

Al cambiar nuestro objetivo de paternidad, modificamos con ello nuestras acciones, encaminamos a nuestros hijos a la busqueda de su propia felicidad, sus propios hobbies, su propia personalidad. Recuerda, no debemos hacerlos felices nosotros, debemos educarlos para que busquen su felicidad.

2. Si me lo puedo permitir, ¿por qué no voy a darle lo que me piden?


Esta creencia va acompañada de otra igual de grave "Le daré a mis hijos todo lo que no me dieron a mí", una forma muy equivocada de enseñarle el funcionamiento del mundo. No vamos a darles todo, en cambio tenemos que enseñarles a conseguir las cosas por sí mismos. Sólo así van a valorar lo que tienen y también lo que no tienen. Aunque nos lo podamos permitir, es importante que aprendan a invertir esfuerzo, tiempo y trabajo para lograr lo que necesitan y desean, y entiendan que en la vida ni todo es rápido ni todo es fácil.

Esto tendrá que ir acompañado de una sobredosis de paciencia y una disminución de la vergüenza pública, porque tendremos que sorportar sus rabietas en el súper mercado o en las tiendas cuando exijan con el chantaje emocional (llorando y gritando) que les compremos x o y objeto.

En ese momento no cedas, repitete a ti mismo(a) "Lo hago para formarlo" "
No lo compraré por su bien
" mientras respiras profundamente y evitas observar las miradas acusadoras de las personas al rededor.

3. No quiero que les falte de nada




La sobresaturación elimina la capacidad de desear y también hace que no se valoren las cosas ni las personas. Es importante que les falte de algo o que, por lo menos, no lo tengan todo. Educar en la austeridad y en el buen uso de los recursos disponibles y hacerles entender que no están solos en el mundo es algo esencial. La solidaridad y la generosidad son valores muy ecológicos.

Así y solo así les darán más valor a las emociones y sentimientos antes que lo material y tangible. La austeridad forma caracter, sin embargo esto no significa que le privarás de necesidades básicas, obvio que no, pero privarlos de ese juguete de moda, de esa ropa en tendencia, de esa consola carísima, mientras refuerzas los momentos en familia, hará que valore aún más esa salida al zoologico en familia que al oufit nuevo que le compraste.

4. ¡Que haga lo que quiera, ahora que puede!


La ausencia de límites tiene unos efectos catastróficos en la vida. Debemos aprender a hacer lo que es necesario hacer, aun cuando no lo deseemos ni nos sea cómodo, así seremos capaces de hacer lo que realmente queramos cuando llegue el momento de luchar por nuestros sueños. Nadie nace educado ni con su voluntad construida. La conciencia de límites es un referente imprescindible para nuestros hijos puesto que les va a facilitar su capacidad de exploración y también de infracción —saltar los límites cuando llegue el momento—.

Sé firme con las reglas del hogar, sé firme en el cumplimiento de las sanciones o castigos, sin embargo elimina los castigos físicos, estos producen más mal que bien, de ello hablamos en un post anterior. Sin embargo, si indicaste un castigo mantenlo el tiempo que sea necesario, aplica las reglas del hogar con justicia, así valoraran el cumplimiento de normas en el mundo real, pero recuerda, que la justucia sea la principal regla a seguir, así ellos tendrán la capacidad de cuestionar las acciones injustas cuando se topen con ellas en otros ambientes.

5. ¡Mientras vivas aquí harás lo que yo te diga!


Y este es el extremo que debemos evitar. No debemos confundir autoridad con ser autoritario. La comunicación nos permite construir puentes fuertes en la relación con nuestros hijos. Es importante marcar límites pero también lo es negociar, pactar y llegar a acuerdos. Esto no se consigue ni rápido ni se improvisa de repente. Para tener autoridad sobre ellos deberemos trabajar la coherencia y la dignidad personal.

No exijas a tus hijos normas que vos no cumplís, a como dice la Palabra de Dios en Lucas 11, 46: No pongas cargas sobre la gente que tú mismo no puedes cargar.

Recuerda que nuestros hijos aprenden más de la observación a los adultos que de la imposición de normas imposibles de cumplir. Por ello, debes trabajar en ti mísmo, hasta convertirte en el modelo de persona que esperas sean tus hijos en el futuro.

Ser padres implica trabajar en nosotros mismos (as)


Ser padre supone tener conciencia de la importancia de hacer camino al lado de nuestros hijos de forma activa y comprometida en su educación, este difícil proceso de convertirse en persona. Ser padre supone crear el entorno óptimo donde los hijos puedan crecer en equilibrio, y darles seguridad afectiva y vínculos sin ataduras, sin prisiones, sin facturas y sin convertirlos en medios para conseguir nuestros fines.

Entendemos que no es un camino fácil, pero no estás sola/o. En Christian Psy realizamos talleres de paternidad, diseñados para fortalecer los lazos familiares y fomentar relaciones saludables entre padres e hijos. Bajo el lema "Ama a tus hijos para que se amen a sí mismos", estos talleres están especialmente diseñados para abordar los desafíos comunes que enfrentan los padres en la crianza de sus hijos en el mundo moderno.

Nuestros talleres ofrecen un espacio seguro y de apoyo donde los padres pueden compartir experiencias, aprender estrategias efectivas de crianza positiva y descubrir nuevas formas de fortalecer la autoestima y la confianza de sus hijos. Creemos firmemente que al amar y apoyar a nuestros hijos de manera incondicional, podemos ayudarles a cultivar un profundo amor propio que les acompañará a lo largo de sus vidas.Si estás interesado en colaborar o aprender más sobre cómo podemos trabajar juntos, por favor contáctanos. Juntos, podemos marcar la diferencia en la vida de aquellos que necesitan esperanza y apoyo.

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